viernes, 7 de diciembre de 2012

Un poco mas de teoría...

Durante la practica fue necesario acudir a teoría que no fue incluida en el trabajo en si, y por ende tampoco en la bibliografía, pero ésta fue bastante útil debido a la población, algo del bagaje teórico mencionado es: 
Estadios L. Kohlberg:

A continuación daremos una breve descripción de los mismos:
NIVEL 1. PRECONVENCIONAL
A través de los actos del niño este puede darse cuenta de cuáles son “buenos” o “malos” en base a sus consecuencias  materiales, recompensas y/o castigos.
El niño es receptivo a las normas culturales y a las etiquetas de bueno y malo, justo o injusto, pero interpreta estas etiquetas en función de las consecuencias.
Estadio 1. La mente del niño “juzga” en base a los castigos y la obediencia.
Tratan de evitar el castigo en función al respeto de una orden moral subyacente apoyada en el castigo y en la autoridad que la inflige.  
Estadio  2.  Está  bien  aquello  que  reporta  beneficios  y  satisface  necesidades. Aparecen las nociones de “lo correcto”, “lo equitativo”  pero se aplican en el plano material. La reciprocidad consiste en “tanto me das, tanto te  doy”.
La acción justa es la que satisface instrumentalmente las necesidades del yo y,  ocasionalmente las de los otros. Se encuentran presentes elementos de honestidad, reciprocidad y de participación igual, pero se interpretan siempre desde un modo físicopragmático. No se trata de lealtad, gratitud o justicia.
NIVEL 2. CONVENCIONAL
La actitud global de la persona es de conformidad a las expectativas y al orden  social.
En este nivel,  se considera  que el  mantenimiento  de las expectativas  de la familia, el grupo o la nación del individuo es algo valioso en sí mismo. La actitud no es  solamente de conformidad con las expectativas personales y el orden social, sino de lealtad  hacia  él,  de  mantenimiento,  apoyo  y  justificación  activos  del  orden  y  de identificación con las personas o el grupo que en él participan.
Estadio 3. La buena conducta es la que agrada a los otros o les proporciona ayuda  siendo así aprobada. La conducta empieza a ser valorada por sus intenciones.
Hay  una  gran  conformidad  con  las  imágenes  estereotipadas  en  relación  con  el  comportamiento mayoritario o “natural”. Frecuentemente se juzga el comportamiento  en virtud de la intención. “Tiene buena intención" es algo que, por primera vez, tiene  importancia. Uno gana la aprobación siendo “agradable”.
Estadio 4. La conducta correcta consiste en cumplir con el deber, mostrar respeto a la  autoridad y acatar el orden social. Hay una orientación hacia la autoridad las normas fijas y el mantenimiento del  orden social. El comportamiento justo consiste en cumplir con el deber propio, mostrar respeto por la autoridad y mantener el orden social dado porque es valioso en sí mismo.
NIVEL 3. POSTCONVENCIONAL
Los principios y valores morales se conciben independientemente de los grupos  sociales en los que se vive.
Este nivel también es denominado autónomo o de principios. En él, hay un  esfuerzo claro por definir los valores y los principios morales, que tienen validez y  aplicación con independencia de la autoridad que los grupos o personas que mantienen dichos principios y con independencia de la identificación del individuo con el grupo.
Estadio 5. Lo preside una concepción contractual, con un cierto tono utilitario. La  acción correcta es la que se ajusta con los derechos generales de los individuos y por la sociedad. Es posible cambiar la ley.
Existe una conciencia clara entre valores y las opiniones  personales así como de acuerdos  constitucionales  y  democráticos es decir la ley. Lo justo es un asunto de “valores” y “opiniones” personales. 
NIVEL 1. PRECONVENCIONAL
A través de los actos del niño este puede darse cuenta de cuáles son “buenos” o “malos” en base a sus consecuencias  materiales, recompensas y/o castigos.
El niño es receptivo a las normas culturales y a las etiquetas de bueno y malo, justo o injusto, pero interpreta estas etiquetas en función de las consecuencias.
Estadio 1. La mente del niño “juzga” en base a los castigos y la obediencia.
Tratan de evitar el castigo en función al respeto de una orden moral subyacente apoyada en el castigo y en la autoridad que la inflige.  
Estadio  2.  Está  bien  aquello  que  reporta  beneficios  y  satisface  necesidades. Aparecen las nociones de “lo correcto”, “lo equitativo”  pero se aplican en el plano material. La reciprocidad consiste en “tanto me das, tanto te  doy”.
La acción justa es la que satisface instrumentalmente las necesidades del yo y,  ocasionalmente las de los otros. Se encuentran presentes elementos de honestidad, reciprocidad y de participación igual, pero se interpretan siempre desde un modo físicopragmático. No se trata de lealtad, gratitud o justicia.
NIVEL 2. CONVENCIONAL
La actitud global de la persona es de conformidad a las expectativas y al orden  social.
En este nivel,  se considera  que el  mantenimiento  de las expectativas  de la familia, el grupo o la nación del individuo es algo valioso en sí mismo. La actitud no es  solamente de conformidad con las expectativas personales y el orden social, sino de lealtad  hacia  él,  de  mantenimiento,  apoyo  y  justificación  activos  del  orden  y  de identificación con las personas o el grupo que en él participan.
Estadio 3. La buena conducta es la que agrada a los otros o les proporciona ayuda  siendo así aprobada. La conducta empieza a ser valorada por sus intenciones.
Hay  una  gran  conformidad  con  las  imágenes  estereotipadas  en  relación  con  el  comportamiento mayoritario o “natural”. Frecuentemente se juzga el comportamiento  en virtud de la intención. “Tiene buena intención" es algo que, por primera vez, tiene  importancia. Uno gana la aprobación siendo “agradable”.
Estadio 4. La conducta correcta consiste en cumplir con el deber, mostrar respeto a la  autoridad y acatar el orden social. Hay una orientación hacia la autoridad las normas fijas y el mantenimiento del  orden social. El comportamiento justo consiste en cumplir con el deber propio, mostrar respeto por la autoridad y mantener el orden social dado porque es valioso en sí mismo.
NIVEL 3. POSTCONVENCIONAL
Los principios y valores morales se conciben independientemente de los grupos  sociales en los que se vive.
Este nivel también es denominado autónomo o de principios. En él, hay un  esfuerzo claro por definir los valores y los principios morales, que tienen validez y  aplicación con independencia de la autoridad que los grupos o personas que mantienen dichos principios y con independencia de la identificación del individuo con el grupo.
Estadio 5. Lo preside una concepción contractual, con un cierto tono utilitario. La  acción correcta es la que se ajusta con los derechos generales de los individuos y por la sociedad. Es posible cambiar la ley.
Existe una conciencia clara entre valores y las opiniones  personales así como de acuerdos  constitucionales  y  democráticos es decir la ley. Lo justo es un asunto de “valores” y “opiniones” personales. 

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